Calladamente te amo… y te amo a pesar de los demás.
Soy una rosa silenciosa que se asusta en la noche porque duerme el jardinero.
A ti jardinero del vergel del alma, quiero regalarte, donarte y otorgarte el todo para quedarme sin nada…
Te voy a dar:
Mi cuerpo, mi alma y una eternidad esperada, sin mirar el reloj, para parar los momentos en infinidades de horas presentes, disfrutándolas sumamente, hasta las milésimas de cada segundo.
Mis sueños donde predomina la esperanza de hacerlos realidad en ti, volando sin alas y llegar hasta tus labios, besarlos y que no sepan de mí.
Deseo embotellar esta ansiedad, esta agonía que llama a las puertas del deseo concentrarlas y una vez añeja, dártela a tomar como elixir de vida.
Por mirarte, sin decir nada, aguantaré ese dolor, hasta el punto más culminante, pues ahí… ahí no se siente dolor, sino calma, paz.
Compartiré incondicionalmente lo que al compartir me irá matando…
He de respetar tus sentimientos para agrandar los míos. Jamás te hablaré de amor para no tener que decirte no.
Entregaré a tus manos el más preciado tesoro que poseo: la humildad…
Si lloro, no me preguntes, mas no hallarás respuesta, solo, acaricia mi piel con la yema de tus dedos haciéndome sentir que me elevo hasta alcanzar el cielo, y te amo…
Calladamente, muriendo por día.
-tócame las manos y notarás que estoy gélida, que llevo como aura un rictus mortis
Más no me asusta la oscuridad, sino cuando tu mi jardinero duermes, porque yo en la noche sin tus cuidados soy una rosa masrchita, perdida, pero te amo a pesar de los demás.
“amar es morir de vida”