Respiré el helado aliento de la noche,
hui como un niño de su triste mirada,
mas no pude esconderme y en ella hallo mi pesada carga.
Quizá prisionero de ti o quizá de mis recuerdos
quizá olvidé quién soy y sin olvidar qué dejé y qué tenía
quizá no pueda tocarte, pero mi ánima te siente
mas no hallo lugar más cálido que tus recuerdos.
No puedo terminar mi camino, no puedo dejarte sin dejarme
no puedo partir sin partirme, no puedo ya vivir
morir no tiene más sentido que el no existir a tu lado.
Adiós es una simple palabra, pues siempre he de estar junto a ti.