"Todos los días, a la misma hora, durante veinte años, me levanto
de la cama; y todos los días, en la misma casa durante veinte
años, a la mismas horas, me sirven los mismos platos"
Todo se repite sin cesar y de un modo lamentable.
Después de haberme acomodado en el sillón donde me siento hace
veinte años todos los días, miro alrededor, creyéndome víctima de un
desaliento espantoso y pienso ...
"Nadie sabe lo que callo, lo que duele
Nadie sabe que he dejado mi vida
Colgada en un acantilado de fracasos
Que este dolor me consume cada dia"
Nadie sabe lo cuesta estar sola, triste y desorientada, que duele ver como pasan los días pero tú no ves los días en ti... muchos me criticarán y me juzgarán, otros mostrarán lástima o compasión. Solo eso me hace querer en pensar huir bien lejos donde no conozca a nadie, en poder volar bien alto y en una nube dejar todo este dolor que calcina hasta mis huesos.
Esta realidad que es tan cruel; quisiera poder ir en el tiempo, pararme frente a mí y decirme que no he sido lo que esperaba, que soy débil que no he tenido el valor para seguir adelante.
Decirme a mí misma que no he sido capaz de vivir, que mi vida no es justa. Y que en este momento es un papel que dominan a su gusto ya que he perdido confianza, mi orgullo y mi valor; mi infancia ¡mi querer soñar! ahora pierdo mi juventud y con ella mi vida entera.
Hoy solo me veo al espejo como un manojo de espinas que hieren mi alma
Atrapada en este cuerpo que no sabe nada del vivir, que no fue suficiente todo lo vivido porque no fue mi experiencia, fue parte del querer sobrevivir al miedo de caer, de lastimarme, de ser diferente... temía por irme lejos y comenzar de cero, era un golpe muy duro de aceptar. Sin embargo me quería hacer a la idea, estaba miedosa, sufría y me esforzaba para que nadie se diera cuenta. Pero ahora que no es posible, todo se ha ido ha aquel acantilado, se ha caído mi vida, me pregunto
que haré?
que será de mí?
como podré reponerme?
que haré si no sé nada?
no sé nada de esta vida no sé como ganarme la vida, quisiera morir de tristeza y dolor como ahora.
Quisiera no levantarme mañana con la misma cara de avergonzada delante de mi familia... solo hago estorbo en esta casa, complico todo, no hay nadie que quisiera relacionarse conmigo, solo soy yo un ser que nació por equivocación sin vocación; luego de escribir esto en mi cuaderno.
Con la mano temblorosa y los ojos turbios, recorrí cada linea. Mi pobre corazón angustiado, ha sentido un desgarramiento
espantoso. Mis lamentaciones eran tan lastimosas, como si me
hubiesen magullado las carnes.