Es importante saber que estas personas necesitan ayuda terapéutica por parte de un profesional cualificado que les brinde el apoyo que merecen. La persona debe saber que se trata de un tratamiento lento pero totalmente necesario. Algunas de los puntos a tener presente para superar las actitudes de sumisión son:
Que la persona aprenda a situarse como primera opción en su vida, aprendiendo a ser más egoístas y centrándose en su recuperación.
Trabajo a nivel de autoestima, como aprender a amarse, a conocerse, a aceptarse y a quererse serán aspectos vitales para avanzar en el tratamiento.
Trabajo en asertividad, como aprender a poner límites, a decir que no, a conocer los propios derechos y a manifestarlos.
Trabajo a nivel cognitivo, donde básicamente se trabajan los esquemas de funcionamiento, sobre todo, los que hacen referencia a la vinculación con los demás. Aprender que amor no es igual a sufrimiento.
Trabajo a nivel de pensamientos automáticos: qué cosas me digo y qué hago con ello. Aprender a derrotar un pensamiento tóxico y substituirlo por otros más funcionales.
Recuperar un círculo social, que hagan alguna actividad, que se relacionen socialmente.
Recuperar la sensación de autovalía: buscar una motivación que les haga sentir productivos y centrarse en ello.
Darse refuerzo positivo. Premiarse por los logros y ser muy consciente de ello.
Debes saber que requiere de un compromiso contigo mismo y que con la motivación necesaria se puede superar.