Soy suspiro de brisa
con los contornos de tu cuerpo
donde la memoria
de mis palmas
acarician tu silencio.
En la cresta de tus alas
vuelo en parapeto
entre las piedras
serenas de tus muslos
Huella de sal,
cuencos áridos
traigo olas para tu anatomía,
pausado gotero húmedo
de aguas cristalinas
Lento preludio se incorpora
en el abierto espacio genital.
Al nombre del amor
que es tu propio nombre
lo repito con acento especial
Desde ese vuelo celeste
comprendí las tareas de la tierra,
el pulso pujante del viento
efervescente,
el frescor de sábanas con albor
se agita en movimiento ondular
Cenizo el blanco uva
en el pétalo vivo
Mi suspiro ya es aliento
de iracunda marea
que se inclina
a la dulce tarea cuando
desde el grito del mar
lejanas siluetas son
aguas cálidas madurando
el momento del éxtasis
Entre espumas danzantes
baila la floja sombra agotada
del sonoro sonido exultante.
Ese idioma con énfasis
se propaga en la libertad del lecho.
En desdibujados semblantes,
fustigada la carne
iniciamos caricias
de alma sobre los pechos.