Un sujeto va caminando en la oscuridad y cae en un profundo agujero, cubierto por la hierba, y se rompe las piernas. Sentado en la oscuridad, tiene la esperanza de que alguien lo rescatará, que solo es cuestión de tiempo. Él se dice a sí mismo: “Si yo pasé por aquí, alguien más lo hará.” Luego se pone a rezar, diciendo: “Dios enviará a alguien para ayudarme.” Pero entonces recuerda que en su bolsillo tiene una pequeña linterna. La enciende, ilumina la cueva… y ve dos calaveras. Deja de rezar y dice: “La peor esperanza es la que se muere con ella.” Y apaga su linterna.