Adiós, amor que intenta soportar la herida
de aquel quien ha indagado en tus jardines
de aquel quien se ha atrevido a marchitar tu encanto
en pleno florecer del campo en primavera.
Adiós amor, no queda más remedio,
que alejar la plaga de mis flores,
mantener vivos mis jardines,
aunque ello signifique desterrarte,
aunque ello signifique exterminarte,
así me lleve a ahogarme en llanto tu partida.
Adiós amor, no hay otra alternativa,
no existe vida si no hay flores,
y ante el inevitable abismo que avecina,
no existen más opciones, que alejarte de mi vida.
Lo siento amor, pero sabías,
que es inútil sembrar en tierras baldías.
Cultivar amor, no es tarea fácil, ya sabía,
pero se aprende a no sembrar espinas,
Adiós amor, yo sé que no esperabas,
que este corazón supiera cómo reparar heridas.