La memoria visceral de la piel
es una mecha de arsenal
pendiente de la fricción del fósforo.
Se estremece este tiempo
que sobre flota preludios.
Vibran dos cuerpos al estallido
resonando a mar en lejanía
Aquí somos amor
dos patrias de distinta bandera
iniciando acto bélico de naos piratas
invadiendo la corteza de estambre y
socavando hasta la profunda
panícula en un forcejeo
felino rugiendo desde la maleza
Está en la naturaleza de las sábanas,
en la memoria que aletea
el vuelo libre de la mariposa dentada.
Dientes en desvelo
convoca el ritmo de la sangre
Aquí amor… Somos sol y gleba.
Yo el astro fecundando
tus vivos surcos y
tú el vientre de tierra
que estalla iracundo
Bajo este doblegado cielo
haremos real el deseo ancestral
de la sombra
copulando en la alfombra.
Surgen fulgurantes estrellas
del espacio constelar
donde el coito sudado
anda en nuestros rostros
marcando
cruces de luz estelar.