Y me pregunté si podrías entenderme cuando decidiera abrir mi alma y la expusiera ante ti con mis palabras, diciendo todo sin callar nada.
Si podrías entender que estoy hecha de sueños, voluntariamente míos, y que puedo cambiarlos, en cada noche, en cada madrugada.
Si podrías comprender que ya las promesas no bastan, que el amor se construye de hechos y no de palabras falsas.