El día a día es lo que será el mañana, aunque no sabemos como será si hay algo que podemos hacer y es tomarlo con la mejor actitud. Tener optimismo de que será algo bueno para nosotros y si no lo es tomarlo también de una manera muy buena. El que nos pase cosas no tan buenas, cosas que no queremos y que mucho menos esperabamos nos desanima muchísimo; nos hace decir ¿qué fue lo que hice mal? ¿porque me está pasando a mí? claro esto es muy entendible pero también pongamonos a pensar en lo bueno que nos pasa; recopilar esas cosas bonitas que nos han hecho felices, esos buenos momentos que hemos pasado y tenerlos ahí presentes en nuestra vida. Estar sumamente agradecidos con Dios por todo lo que nos da ha diario, pedirle que nos ayude a enfrentar cualquier situacion dificil que se nos presente; que nos ayude a no desesperarnos. A mantener la calma y buscar solución. No todas las cosas están perdidas, Dios nos dará la salida. Por eso vivamos el día a día con mucho optimismo sin importar cuales sean las circunstancias y nunca permitamos que los problemas de la vida nos roben la felicidad.