Cuando iniciamos una relación, todo es felicidad, amor, comprensión, pasión… hasta el odioso instante en el cual aparece ese espectro, y en muchas ocasiones viene atormentarnos... LA EX; aceptémoslo a todas nos ha pasado, hemos estado en ambas caras de la moneda, verdugo y víctima.
¿Porque las ex son tan importantes para nosotros?, podríamos culpar a las redes sociales, pues son carta abierta en relaciones pasadas, mostrando todas esas historias que nos empeñamos en buscar y buscar… en un abrir y cerrar de ojos podemos saber hasta la partida de nacimiento de la pobre mujer… pero aquí la incógnita es, ¿De verdad nos atormenta, la mujer que estuvo antes de nosotros?
En mi caso y con gran vergüenza digo que si, en algunas ocasiones me he vuelto esa loca psicópata, checando su muro, actualizaciones y demás, después de meses de tormento (mejor dicho más de un año), grandes enojos, frustraciones y dolores de cabeza, llegué a una conclusión: nosotros no competimos contra esa mujer, es cuestión de naturaleza y totalmente normal, sentir esos celos por una etapa feliz de tu pareja, de la cual no eres protagonista. El saber que estaba con alguien llenando momentos valiosos de su vida, es lo que nos hace trastornarnos, y volvernos esa agente del FBI y hasta cierto punto llega a ser sano, porque eso nos ayuda a entender: claro que fueron felices, pero antes de nosotros; ahora estamos construyendo historias nuestras, no sé si mejores o peores que sus recuerdos, pero lo único cierto es que el hoy es lo importante, el pasado se fue y el futuro es incierto; entonces a vivir el presente plenamente, sin tormentas y sobre todo con mucho corazón.
Nada más cierto que la frase: “pasado, pisado”