Cierta cantidad de humanos nos hemos detenido en la vorágine de la vida para intentar desentrañar la finalidad de nuestro existir. Lo hemos hecho aunque sea, por unos instantes. De acuerdo a nuestra múltiple estructura, registramos miles de variantes, de distinto nivel de moralidad. En un tema tan trascendente, debemos elegir para intentar materializarlo entre dos opciones: una individual y otra colectiva.
En el primer caso, seremos representados por nosotros mismos o aquellos que podamos comprar en el mercado humano, y en el segundo caso, mediante negociar con un conjunto aproximadamente afin con el cual coincidamos en lo esencial, para eligir un lider que nos represente. La representación y difusión de nuestra finalidad queda así circunscripta por nosotros, sumado al poder económico de compra que logremos poseer en el primer caso, o por un lider que será el vocero de lo que decida el conjunto en el segundo.
Supongamos que estamos en el inicio de nuestra civilización, y debemos elegir la manera para intentar el logro de lo que sentimos como finalidad. Lo que ya tenemos establecido en la sociedad es el uso del dinero y el poder que origina. Lo único lógico es averiguar si en la tierra hay ejemplos en estamentos superiores a nosotros, para saber que no estamos contradiciendo o enfrentando a la naturaleza, a todas luces superior a nuestra individualidad e incluso a nuestro conjunto humano. Con lo que la ciencia ha averiguado, no existe en Natura una entidad como es la asociación de poder y dinero, esto ha sido un invento humano por fuera de lo natural.
Por otra parte, se ha encontrado que los seres más evolucionados se han formado por la asociación celular que se especializó de común acuerdo en órganos, y estas distintas especializaciones se unieron a su vez en sistemas para luego formar un organismo pluricelular muy superior a lo que puede lograr la suma matemática de la acción de esas células sin realizar organización alguna.
Esto debería haber desencadenado automáticamente la única opción que fija la Naturaleza que es establecer acuerdos entre individuos y desarrollarse informando cuando es necesario a través de su vocero. El dinero como antinatural, debió ser reprogramado o eliminado, y el poder circunscripto únicamente a la mayor capacidad individual, sin aditamentos ni predilecciones. Visto a la distancia y sin considerar si se hizo forzado o no, terminó siendo todo lo contrario, desafiando el orden de la naturaleza, de manera que todo lo que favorece al uso del poder asociado al dinero, y las finalidades individuales que promueven el poder del artificial dinero, han sido llevadas a la práctica con pleno éxito, superando abrumadoramente la opción lógica y natural que es la asociación cooperadora para lograr representación y difusión de una finalidad, a través de un vocero libremente elegido entre ellos.
Esta situación que debiera cuanto menos producir horror, a nivel especie, no produce ni siquiera cosquillas. Y este es el punto crítico para nuestra posible evolución. Tenemos un sistema antinatural implantado para nuestra finalidad, que decide si la cumpliremos o no en la vida. Esto nos sitúa por encima de lo que conocemos del misterio de la vida y su finalidad; en base a un sistema económico de poder asociado a dinero, inventado por nosostros, que es cuanto menos desconocido por la naturaleza.
Estas consideraciones, no son para nada religiosas, no se refieren a Dios o Dioses, sino a lo perceptible, evidente y a nuetro alcance investigativo. Además tiene relación con el sentido común, porque todo aquello que se realiza en contra de una entidad superior a nosotros y nuestras posibilidades, que sirve para desequilibrar lo existente y establecido por dicha entidad, producirá cuanto menos, una reacción contraria que puede resultarnos adversa o peligrosa. Cómo la naturaleza es material y palpable, lo que ocurrirá será dentro de ese ámbito.
Por si queda alguna duda, echemos una mirada a otros casos en contra de la Naturaleza como la contaminación ambiental y el cambio climático. Volviendo al tema, los que elegimos el segundo de los sistemas de finalidad y representación, en pocos casos podremos tener éxito, en cambio los que optan por el sistema individual apoyado en poder y dinero, conseguirán fácilmente su cometido, tanto más cuanto mayor sea su poder económico. Que conste que no he tratado para nada el tema moral versus inmoral, justo contra injusto, simplemente se ha centrado en lo natural frente a lo antinatural.
El problema es de tiempo y evolución, si bien esta es muy lenta para todas las especies, llega un momento en que frente a otras especies evolutivas positivamente, tienda a desaparecer la más antinatural. O surjan fenómenos antinaturales que son resueltos mediante la extinción de los causantes. Además para nosotros es totalmente desconocido cual es el negocio natural. Pero se nos prevé por los hechos constatados en nuestra historia, que lo que atenta contra el equilibrio natural tiende a desaparecer. Y el dinero, en especial el destinado a negocios, se entromete enormemente en todo equilibrio natural. Cómo no tengo representación mediante poder con dinero, todas las mañanas al levantarme, como espectador del espectáculo que nos brindan los que sí la tienen, asisto a la degradación que nos espera y va asolando. Espero que sea lenta, porque segura,estoy convencido que lo es. Ojala la naturaleza esté equivocada, es lo único que nos puede salvar.