Tu amor es una poderosa herramienta que me permite
disfrutar al máximo de todas mis potencialidades,
eliminar mis errores y potenciar mis virtudes.
No te asombres de mi egoísmo:
no estoy dispuesto a compartirte con nadie;
te siento mía y te quiero sólo para mí.
No te sorprendas si sueño con ser el único dueño
de tu vida,
el hombre en quien puedas confiar tus deseos íntimos
y con quien puedas realizar tus fantasías eróticas;
el hombre a quien puedas ceder todos tus derechos
sexuales
y la propiedad de tu cuerpo.
Tampoco te sorprendas si deseo ser el único hombre
con acceso total a tu corazón, a tu alma y a tu sexo;
yo estoy dispuesto a cambiar tus miedos en pasión
y tus dudas en lujuria;
estoy dispuesto a aprender el lenguaje de tu intimidad
y cosechar los frutos que produce tu cuerpo al ser amado.
No soy un santo;
sólo soy un hombre perdidamente enamorado de ti.
Por eso quiero ser tu único hombre.
Y que tú seas mi único amor: mi dulce damita.