En cada historia,
En cada relación,
En cada momento,
En cada pena,
En cada lugar he dejado un pedazo de mi corazón, y han sido tantos.
Aún sigo dejando pedazos de mí, en cada hoy, y han sido tantos pedacitos que ya no tengo suficiente para seguir adelante hoy.
¿Qué quedará de mí si dejo aquí mi último pedazo hoy?
Y sólo le pido al destino que el viento siempre te toque la espalda y que el sol siempre toque tu cara.
Esa, es mi bendición. En cuanto a mí, sólo suplico al creador que me mantenga con el corazón amando y que nadie se borre de mi mente.