Ayer tuve frío, frío de ti... de mí, de los dos. Si existe el cielo y el infierno, prefiero un infierno por volverte a ver.
¿No iban junto a mí tus pasos? los míos ahora son pasos perdidos, solos en la noche; te hablé y el silencio fue tu respuesta, la alegría a veces me visita y sé que eres tú.
Si mis palabras escucharas, sabrías que te dice mi corazón. Ya no hay lágrimas, tan solo existencia: Tú, yo, nosotros…
¿Conoces la soledad? sabe y huele a ti…
El sol puede brillar, pero lo oculto con un dedo para no hundirme completamente en la oscuridad.
Era necesario extrañarte y no tenerte, para saber cuánto te amé. Te amo y te amaré por siempre.