Locura no es la enfermedad de la mente que te hace imaginar alucinar, sentir adrenalina y sentirte fuerte, locura no es el gritar ni el correr ni viajar por los cielos volando y volando por las mañanas por tardes y por estrellas de noche.
Locura es una manera de vivir, una manera de sentir y una manera de ser tú sin tenerle miedo a nada, es sonreír cuando todo el mundo quiere verte llorar, es comer una nieve y tartamudear aún que todos se burlen de ti.
Locura es sentir es respirar y es la vida que te enseña colores, que te enseña aromas y que te enseña a ser siempre tú; a escribir tu historia sin robar aire ni palabras.
Locura es la mirada que arde y después te da la paz de enamorarte de eso ojos que tanto te gustan, es la sonrisa sincera que despiertas con detalles, son los nervios que sientes al sentir el miedo.
Locura son mariposas volando en la mente son destellos que se convierten en nada, son las cosas pequeñas de las que te enamoras y que quedan para siempre.
Locura es la banca de madera donde estuviste con una mujer, es la canción que tanto te gusta y escuchas todo el día, es la historia que se escribe donde cada quien es el escritor el poeta y el soñador.
Locura es la religión de mis días y la oración de mis noches, locura es la sangre y la carne que me hacen ser humano, no seré especial ni tampoco seré perfecto pero no soy normal porque estoy loco y soy feliz.
Locura bendita palabra que sales de mi boca, el fresco beso que doy a mi almohada, mis ganas mis esperanzas y todo lo que te envuelve y te hace ser misteriosa en mi vida y en mi dolor en mis alegrías y en mis tristezas; por eso estar loco no es una enfermedad, es una manera de vivir.