Ya percibo el olor de la madrugada, la humedad y el frío se funcionan
se siente un tanto estéril
desvelada siento mi mirada
y aún no ha llegado el insomnio
ese que llega con los recuerdos de mayo del 2008, parece solo una fecha pero en realidad es un pasado incierto que no otorga, una fecha que quedó marcada... Once años tatuados en las entrañas de una historia aficionada a callar que en la verdad desaparece.
Quedando solo el recuerdo de una esperanza ficticia y una ausencia eterna que nos quebrantó el espíritu.