Tu recuerdo me permite estar en ti, sin estarlo. El vino de tu cuerpo, le puso un ritmo especial a mi vida. Ya me traiciona menos, el amargo de las emociones. Gracias a ti, he recordado como llorar y respirar. Me siento con alas gracias a las palabras, a los sueños y a tu sexo. Nada justifica el cometer un pecado, contra los códigos negociables de la vida. La incultura siempre justificará, todo lo inexplicable. Somos lo que soñamos y nunca será tarde, para aprender a hacerlo bien. Gracias a ti, he podido escapar de los abismos bipolares del manicomio. Ya no me obstino con las huellas de la verdad. Sin ti, hasta a mi mente se le apagan las luces, de esos deliciosos sueños eróticos. Oxigena e ilumina a mi corazón. Irradia a mi infinito con tu plenitud. La felicidad siempre será, una fiesta que se añore. Este planeta puede ser una galaxia, si aprendemos a apreciarlo; así seamos un grano de arena, dentro del sistema de galaxias de las cuales dependemos.