Azul
Apaciguante, tranquila, depresiva y triste, demasiado común en su especie, no están tan refinada como el azul rey o excelsa como el azul cielo, simplemente azul, demasiado pequeña comparado con el azul mar, pero más grande que el que el azul turquesa. Puede que su pasiva naturaleza la haga insignificante frente a los demás azules, de ahí su tan longeva soledad.

Rojo
Valiente, lleno de coraje, iracundo, y sanguíneo
Al contrario que el azul es un tipo de rojo demasiado engreído, no llega ni a los zapatos de la elegancia del carmesí, y para nada apetecible como un merlot, pero aun así el hecho de ser rojo sangría lo destacaba de algún modo, es cierto que su tan agresiva naturaleza lo mantiene alejado de los demás colores haciendo que se sintiera sólo aunque nunca lo demostraste.

Por casualidad del destino, azul y rojo se encontraron y entre sus miradas cruzadas pudieron ver que de alguna manera se completaban, se sintieron y la soledad que ambos sentían desaparecia mientras se miraban, pero rojo escarlata tenía otros planes para rojo sangría, azul tristemente regresó a los brazos de azul cobalto, con la esperanza de ver a rojo una vez más.

Y así fue

El camino de estos dos pigmentos en lo mínimo fue normal, azul dedico cada uno de sus días en destacar de algún modo pero la poca autoestima que tenía le impedía dar ese cambio, por otro lado rojo al ser tan orgulloso y alborotado, poco a poco veía como los demás tonos se alejaban de él, el nunca demostraba que a pesar de la confianza tan grande que en el existía, muy en el fondo, vacío se sentía.

Quizá por alineaciones astrales, ambos decidieron ir al lugar donde se encontraron por primera vez, azul evidentemente se sentía algo tímida pero segura ante rojo, el sentía como el orgullo, desidia y demás pecados que en el habitan se esfumaban mientras la sentía en sus brazos, se miraban uno al otro, otorgandose el componente faltante, entre el abrazo que se daban un rayo de luna los baño, y de algún modo rojo ya no era rojo, y azul ya no era azul.

Nació un nuevo ser, se podría decir que el color perfecto, aunque eso es relativo, era claramente la ideología de nunca estar solo, rojo y azul vivían felizmente al saber que con un poco de humildad y de amor un bello color de ellos nació, tenía ambas cualidades y defectos de cada uno pero siempre sabía como arreglarlo, y ese ser llevaba como nombre Morado Amatista.