Es cierto, soy buenísima en escuchar y dar consejos,
en ayudar, exageradamente considerada,
detesto que sean injustos con los demás,
siempre pensé que ser fiel, amorosa y
comprensiva me salvaría de una decepción,
pensé que el hecho de que diera lo mejor de mí,
era garantía para recibir lo mismo, pero no,
ha sucedido todo lo contrario, contadas son las
personas que me han escuchado, muchos han
sido injustos conmigo y he sido traicionada en el amor,
todo ello me causó tristeza, depresión y mucha soledad.
No soy esa persona perfecta que quisiera ser, tengo
muchos defectos que incomodan a otros,
pero también es cierto que mis virtudes
no son del agrado de unos cuantos más,
me he dado cuenta, que haga lo que haga,
diga lo que diga, vista como me vista,
no satisface los deseos de la gente
y eso mis queridos amigos es algo
que me tardé en comprender,
sin embargo estoy tratando de aceptarme
tal como soy, a no darle tanta importancia a las críticas,
tomar lo bueno e ignorar lo malo, a prestar atención
a ese gran ser que merece nuestro amor, compañía,
cuidados, caricias y apoyo incondicional, puede ser tu madre,
hermano, padre, hijo (a), por qué no, a ese amigo(a) incondicional
que siempre está a tu lado, a pesar de tu horrible carácter,
hasta esos seres que llamamos mascotas merecen nuestro cariño.
No sé en lo que tú creas, pero en lo personal,
el ser que jamás me ha fallado es mi Dios Padre,
todo amoroso, quien vive en mi corazón, él es mente e inteligencia,
aún cuando hallas actuado incorrectamente,
nadie es digno de señalarte, porque si Dios que es Dios, no lo hace,
entonces ¿quiénes son los demás para juzgar lo que no conocen, lo que no han vivido?.
Así que, no esperes nada de nadie, da lo mejor de ti, ama, se tú mismo, ayuda y se feliz.