Hablar de amistad no es algo sencillo más aún cuando en la vida me he encontrado con que la mayoría de las personas, en cuanto tienen oportunidad traicionan mi confianza, cuentan mis secretos, se burlan de mis sentimientos, envidian mi éxito y sobre todo se aprovechan de aquellos momentos en los que mi ánimo es vulnerable. Sin embargo, no todo es tan negro, porque en momentos como esos, he contado contigo, me has ayudado a poner de nuevo el color y a dar a cada situación su justa dimensión.
Yo sé que se han escrito miles de pensamientos, tratados y definiciones acerca de la amistad, cada uno de ellos lleva escrito en sus líneas vivencias de los autores, así, espero que este texto logre expresar lo que tú, significas para mí.
Debo aclarar también que en este escrito no encontrarás frases con cantidades como te quiero “mucho”, te agradezco “tanto” ni otras similares así que, te ruego me disculpes si sientes que soy injusta, pero en mi opinión, cuando se habla de sentimientos, decir “mucho” se queda sin dimensión definida, además, hay palabras que por más que sean utilizadas y suenen bien considero no son suficientes para expresar lo que en ocasiones siento; así que aclarado lo anterior, comenzaré.
¡Gracias amigo!
Porque, hasta el día de hoy hemos compartido recuerdos, sueños, ideas, pensamientos y secretos; hemos expuesto y discutido diferencias entre nuestros puntos de vista, me has permitido recargarme en tu hombro y hablar de sueños y proyectos; me has hecho reír aún en lo más gris de mis problemas, reparaste sin saber un corazón roto y aún cuando nuestras vidas han sido distintas, tus experiencias y puntos de vista me han hecho reflexionar sobre mi propia vida.
Entre nosotros no existe una lucha de poder o de quien tiene la razón y eso cuenta para tenernos confianza. Tengo además, la plena seguridad de que al igual que yo no juzgas la forma en que cada uno ha actuado su vida, es así que existe un respeto mutuo entre los dos.
Es curioso que muchos al leer estas líneas podrían pensar en romance y es precisamente ahí donde viene la dificultad para definir la amistad entre hombre y mujer, es tan fácil mal interpretar un “te quiero”, “te amo” o “te estimo” y es que para mí, cada una de esas frases se vuelven consecuencia una de la otra, sobre todo cuando volteo a mi alrededor y me doy cuenta que la vida es maravillosa, que al sentirme querida y amada, en reciprocidad comparto lo que tengo con personas como tú.
Continuando con el asunto de nuestra amistad, la tristeza, la desilusión, el desamor y la decepción son temas no muy agradables sin embargo, cuando he sentido que experimento situaciones así, es muy bello escucharte decir: -ánimo, yo estoy contigo- no importa la forma en que lo expreses, la comodidad y calidez de esas palabras me devuelven el aliento que muchas veces necesito para seguir adelante.
En cuestión de acciones, cada quien con una vida llena de ocupaciones, relaciones, problemas, trabajo, familia…
A veces siento mucho no poder estar contigo en ciertos momentos; por ello aunque tal vez lo sepas, déjame decirte que si en alguna ocasión, cualquiera que ésta sea requieres de mi presencia, sólo pídelo y ten la seguridad de que estaré contigo. Así, agradezco el espacio que haces en tu vida, para mí.
Ahora, sólo me resta decirte que creo que la amistad es algo profundo que se siente en algún lugar cercano no sé si del alma o del corazón, y mantener una relación como ésta requiere de mucha disposición, sinceridad, amor, respeto y comprensión mutua. Por tal motivo y sin temor a equivocarme te expreso lo siguiente:
“Ocupas un lugar muy especial en mi corazón y dentro de mis oraciones todos los días le pido a Dios por ti, que día con día llene de bendiciones tu vida y que sí en algún momento las cosas no resultan como tú esperas, le pido para que te acompañe siempre y te muestre el mejor camino para ti”.
Ninguno de nosotros tiene una permanencia eterna en esta tierra, pero mientras exista, quiero que todo el mundo sepa que cuento con un ser humano maravilloso, un amigo, así como tú.
Colaboración de Shanty
México