Hoy con mi ser dormido, sentí tu cálido cuerpo a mi lado. Con tu brazo extendido hacia mí, rozando tu pierna con la mía, y gritando un te amo con cada respiración que se hacía presente en ambos, amando tanto sin movimiento, solo con la presencia de nuestros cuerpos cálidos expirando y respirando amor del uno hacia al otro, transpirando en cada poro un beso, sintiendo el amor desde lo más profundo de nosotros, dejándolo salir con intensidad.
No quiero irme de tu lado, pero es tarde ya, dirigiéndome a casa, pensé en cada segundo que estuvimos así, queriendo no terminara, mi ser anhelando regresar a esa escena y ese sentir tan esperado por una vida entera, pensando mi mente en cada paso que doy hacia casa, apartándome de algo tan bello, algo que quiero seguir viviendo junto a ti, no quiero irme, no quiero dejar ese sitio de amor, ese sentir de felicidad.
Pero la realidad abruma, estorba y corta con esos instantes de pleno amor y felicidad, siempre a cada momento seguirán existiendo esas interminables noches de unir nuestros cuerpos unidos en amor, cada día buscaré esos instantes cortos e infinitos, pues para mi alma son lo más preciado.
Así es a tu lado: Edgar Vladimir Carrillo Lozoya
Colaboración de Jeannette Hernández
México