La Biblia, al igual que otros libros tiene sus buenos y malos capítulos.
En el antiguo testamento se nos presenta a un Dios "enseñoreado" de los cielos, un Dios que le gustan los sacrificios de sangre, un Dios que desprecia a los enfermos y los tacha de "impuros", mientras que en el nuevo testamento, se nos presenta en los evangelios el "rostro del amor".
Los evangelios, por sus figuras retóricas puede ser una inagotable fuente de moral e inspiración. El evangelio, en los pasajes de la "encarnación" nos presentan a un Dios que deja su "poder" y muestra cuán frágil es. La fragilidad de Dios, se demuestra al momento de hacerse hombre.
Es en la imagen de "Cristo" donde se muestra verdaderamente la imagen de Dios, y la imagen machista del Dios del antiguo testamento pasa a segundo plano.
Es en Jesús pobre, donde se muestra que Dios sufre con nosotros, ríe y llora con nosotros.
Es en este hombre donde Dios nos muestra su humanidad y a nosotros nos muestra nuestra "divinidad".
Muchos dicen que para entender a Dios se necesita de la "teología" pero están equivocados, ¿acaso la sazón del chef está en un libro? Para entender a Dios se necesita verlo desde los pobres... Sólo verán a Dios no los que ven al templo o al cielo, sino aquellos que ven a sus lados, al prójimo.
Colaboración de José
Guatemala