A mi mente viene tu nombre al empezar el día, me hago toda clase de preguntas, ¿cómo habrás amanecido? ¿Qué estarás haciendo?, etc., etc.
Como quisiera abrazarte y besarte hasta que me quede sin aliento, después mirarte a los ojos y decirte cuanto te amo. Por el momento sé que eso no pasara y continúo con mis tareas matutinas antes de salir de casa, ¡después logro verte por unos minutos y mi corazón late tan rápido! ¡Solo te digo hola! ¿Cómo estás? Cuando realmente quiero abrazarte y decirte que contaba los minutos para verte, ¡por que cuando te veo mi mundo se ilumina y me haces querer más! Después llega la despedida y el hasta luego, con la simple frase: "¡que te vaya bien y nos vemos después!".
Continúo con mi día esperando que llegue el momento de volver a verte, aunque sea por otros minutos. Por fin llega ese breve momento, otro:"¿hola, cómo estás?" sin un beso en la mejilla, una breve conversación y llega la despedida, con un frío adiós, seguido de un ¡¡descansa nos vemos mañana!!
¡¡La hora de dormir por fin llega y mis últimos pensamientos son para ti, esperando soñar contigo, donde sé que sí podré besarte, abrazarte y seré correspondida hasta que la alarma suene indicando que otro día está comenzando y tu nombre vendrá a mi mente!!
Colaboración de Geraldine
México