Saciada la sed, entre caricias y rasguños
sin medida...
La música es amante, vuelve y reconoce
su pared.
Recorriendo cada espacio de tu cuerpo,
sin buscar salida...
quiere amarte, y le es imposible,
saber quién es usted...
quiere oírte, quiere sentirte,
quiere olerte...
su esperanza desvanece, y el sol
colorea la habitación
Su sonrisa palpita, y grita
con solo verte.
Se incendia, arde por dentro,
es su mejor canción
al alba, su silueta desaparece,
pasos a lo lejos...
brillaba y su sudor, se impregnó
donde hubo fuego
su cabellera flotaba, jugaba
entre sus dedos
es sólo un niño, sólo es un niño
con su juego
ligeros recuerdos, hubo caricias
no hubo besos...
la utopía de querer, le fue negada
no fue requerida
Vuelve a llegar tarde, el frío
quema hasta los huesos
despertó, solo sonrió
pues ya no tiene vida...