Yo nací cerca de un río, en un pequeño bohío
y me arrullaron las ranas, las cigarras y los grillos;
yo nací en una montaña, allá donde nace el río
donde el cóndor va a esconderse, de tanto ser perseguido.
Allá fui creciendo y creciendo, entre la selva y el frío
allá ordeñaba las vacas, y entendía del ave el trino,
allá sembraba mi vida, cosechaba mi destino
y conocí la tristeza, las alegrías y a los míos.
Hasta que fueron llegando, armados hasta los dientes
unos venían del sur, otros iban al oriente
todos querían lo mismo, que denunciara al enemigo
y a quién iba a denunciar, si enemigos no he tenido.
Así fue que una mañana dejé mi rancho y plantío
y eché a rodar loma abajo, hacia un pueblo desconocido
por eso yo digo ahora, llegando ya al caserío
que Dios se apiade de mí, y de mis seres queridos.
Escribí esta poesía con todo el dolor de patria que me acompaña y la dedico a todos esos compatriotas, a los que esta violencia aciaga, demencial y atroz, les ha quitado la tranquilidad, el trabajo, sus hogares, y hasta su propia vida. Por un lado creo que el señor Dios nos colmó de riquezas y bendiciones y el demonio, lleno de envidia y celos, nos inundó de maldiciones.
Colaboración de Hugo Fredy Aros
Colombia