Vivo con 515 cadenas de aire alrededor de mi cuello apretándome más cada instante que pasa, cada error que cometí en su día, me marca como si me hubieran dado una paliza invisible con el dolor de haber perdido a quien amas; cada miedo que yo sentía a su lado ahora se devuelve en lágrimas de esperanza de que tal vez... sólo tal vez, podamos cruzar nuestras miradas en cualquier calle de aquella ciudad tan fría como mi yo interior se encuentra por tu ausencia... nunca he dejado de ser una persona desordenada que sólo sabe malquererlo todo y que se dio cuenta que había encontrado el amor verdadero cuando ese mismo ya había encontrado el suyo en los latidos de otra, a mi lado estuvo tan "pájaro en mano" que sólo deseaba el ciento volando, y lo consiguió. Ahora tengo las manos tan vacías de ti que hasta duelen, las cadenas tan apretadas que ahogan, los recuerdos tan presentes que escuecen.
Colaboración de Nuria monfort
España