Después de tres meses de tu ausencia, aún pienso en ti y a veces te extraño, sobre todo cuando quisiera abrazarte como aquella noche, mirarte y platicar contigo un rato más.
Hubiera querido no terminar así contigo pero el tiempo no se puede regresar, pues de haberse podido, le diría al tiempo que sólo se quedara en esa última noche en la que logramos vernos en el café sin saber que iba a ser esa la última vez que te vería.
Fue triste, que no nos hubiéramos comprendido, tenía guardado para ti mucho cariño, sólo necesitaba tiempo para sentir mi seguridad y toda mi confianza puesta en ti, sólo deseaba que me conquistaras y que de verdad yo ocupara un lugar especial en tu corazón, pero entre nosotros únicamente existían diferencias, porque nuestros intereses eran opuestos. ¡Qué lástima! no quisiste enamorarte de mí y en verdad me agradabas.
Colaboración de Laura
México