¿Por qué no te conviertes en mi amante?
Lo único que tienes que hacer es decir que sí;
meterte en la cama conmigo
y dejarme hacer todo lo que yo quiera:
dejar que te toque donde yo quiera tocar,
dejar que te haga todo lo que yo te quiera hacer
y pedirme que nunca salga de tu vida.
Es fácil, ¿no?