Un día tomé de la mano mi vida y le indiqué el camino correcto a seguir. Ese día le enseñé lo que era dejar de sentir soledad, tristeza, vacío y tal vez frustración... Ese día comencé a vivir nuevamente, comencé a visualizarme sola, sin nadie a quién esperar, a quién amar, a quién entregarle todo lo que tenía guardado en mi corazón y pude entender que simplemente tenía miedo. Miedo de volver a sufrir. Pero logré romper esas cadenas y ese miedo, logré entregar todo lo que sentía mi cuerpo, mente y corazón a una persona especial con la cual soy inmensamente feliz.

Ahora, tomé de la mano mi vida y le entregué todo el miedo para convertirlo en felicidad. Tengo un ángel que me ha llenado de esperanza, amor, optimismo... Me ha llenado de emociones maravillosas, las cuales hacía mucho tiempo no sentía.

Tomé mi vida de la mano junto a mi esposo Senén Velázquez

Colaboración de Socky Rosado
Puerto Rico