Te abrazo en la distancia que hoy nos separa. Sé que tu esencia permanece latente en mí y no la quiero soltar. Tus besos se han quedado en mis labios como un torrente sanguíneo que no deja de circular por mi corazón. Tu aroma me ha envuelto en la nostalgia y la esperanza de volverte a encontrar. Tus brazos tan perfectos que me han acariciado. Tus labios húmedos y rosados. El sabor de tu amor y tus palabras han endulzado mi alma y mi ser.
La noche está expectante ante nuestro encuentro, sé que vas a venir. Me lo está diciendo tu recuerdo. Voy a cerrar las puertas de mi corazón para que no te escapes, no habrá forma de salir de éste sueño. Ya estamos marcados. Hemos avanzado por el sendero de lo prohibido, las sombras del “deber ser” nos alcanzan, te siento distante y temeroso; sé que quieres regresar a los ideales que has tomado, quizá yo deba ayudarte y alejarme, pero mi corazón no me deja, no logro acabar con esto… Algo internamente se ha adueñado de mi razón.
No te quiero perder y veo la puerta muy cerca, ¿qué voy hacer si no te tengo aún conmigo? y ya siento que te estoy perdiendo…Tengo mucho temor no descubrirnos ante éste supuesto amor, ¿será sólo la pasión que nos ha rebasado en razón? ¿Seguiremos siendo los mismos amantes románticos después de reconocernos interiormente? ¿De entregarnos a fuego intenso? Quiero saber que camino andar, que montaña subir y que rio nadar. Que palabras debo decir sin abrir heridas, sin recordar lágrimas ni miedos.
Dejar todo… Abandonar la lucha, amarte con pasión desenfrenada, ser uno sólo y no importarme los daños colatelares, ¿será posible que pueda suceder?
Colaboración de Lili
México