Estas reflexiones se basan en mis experiencias, en el conocimiento y sabiduría de Dios que he adquirido en mi vida cristiana, de mis pastores y libros que he leído, pero sobre todo de la Biblia, las escrituras sagradas que contienen toda la verdad. Es una realidad que toda persona ha en algún momento de su vida ha sentido un vacío interior que no logra explicar, esa necesidad de algo más o siente que su vida no tiene sentido, no sabe a dónde va ni qué hacer, esa sensación de soledad, a pesar de tantos amigos, familia, los hijos, la pareja etc.
Vacío que sólo lo puede llenar Dios con su amor y el gozo de la Salvación, de saber que fuimos creados por un ser supremo, Todopoderoso, que nos ama, que no estamos solos, que nos rodean sus ángeles y sobre todo que tenemos al Espíritu Santo que nos consuela y consiente, todo gracias al sacrificio incomparable de nuestro señor Jesús que nos ama infinitamente. Antes de entender del porqué de esa vacía e inmensa necesidad de algo más, es importante tener en cuenta que así como Dios está formado por tres (3) personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (La Santísima Trinidad),
asimismo nosotros somos tres partes que son: Cuerpo (mortal), Alma (Inmortal) y Espíritu, el Espíritu es la parte del hombre que se relaciona con Dios y con los asuntos espirituales. Teniendo esto en cuenta, debemos meditar que en un principio Dios creó al mundo y al hombre, el cual vivía en comunión diaria con Dios pudiendo hablar con él cara a cara, que era la idea original de Dios, tener una relación de Padre e Hijos con la humanidad, pero con la desobediencia del hombre todo cambio y la relación del hombre y Dios se quebró y entonces el hombre ya no podía hablar con Dios como antes, por lo que tenía que seguir leyes impuestas por el mismo Dios, porque ya no había comunión por el pecado y el pecado no puede convivir con Dios que es Perfecto y libre de pecado,
él no puede negarse a sí mismo (2da. Timoteo 2:13), es decir, él no puede cambiar su idea original de un paraíso en perfecta comunión para convivir con el pecado, pero ama tanto a su creación, en especial al hombre, que prefirió imponerle reglas para que se pudiera restaurar la relación con él, porque se debe restablecer el orden inicial con una demostración de arrepentimiento y obediencia de parte de la humanidad. Porque el pecado produce muerte, muerte Espiritual, que nos separa de Dios, como ya se explicó el hombre tiene tres (3) partes:
Cuerpo, Alma y Espíritu y el Espíritu es el que muere por el pecado, pues el espíritu es esa parte de Dios que todos tenemos y que siempre está buscándolo, por eso todos hemos experimentado de vez en cuando ese vacío interior que no es más que nuestro Espíritu diciéndole al Alma que se arrepienta de pecados y busque a Dios y su perdón, en ese momento el Espíritu Santo de Dios juega un papel fundamental, porque nos redarguye (nos inquieta) y toca nuestra Alma pecadora para que dejemos que Dios entre en nuestras vidas, la cual es la decisión más importante que podamos hacer, porque debemos estar preparados para una vida eterna en el cielo con nuestro Dios, porque nuestro cuerpo muere pero nuestra alma es inmortal; nosotros decidimos donde queremos pasar esa eternidad en el cielo con Dios o el infierno con el diablo.
Es por eso que el sacrificio de Jesús en la cruz tiene un significado hermoso y que muy pocas personas conocen, pero primero hay que explicar que los tiempos de Moisés, es decir, mucho antes de existir Jesús, el pueblo de Israel (el pueblo escogido por Dios para reparar la relación que se había roto por el pecado de Adán y Eva) cuando salió de Egipto, se encontraba en el desierto, en busca de la tierra prometida, en ese tiempo Dios le dio a Moisés además de los mandamientos una leyes que decían como el pueblo podía acercarse a Dios a pesar de ser pecadores, en esas leyes se explicaba todo, desde que comer hasta como vestirse, pero lo más importante era que explicaban como acceder al Perdón de los pecados, lo cual sólo se podía con sacrificio de Sangre de un animal puro,
específicamente un Cordero, ese sacrificio Dios lo aceptaba como una ofrenda con olor fragante (como un perfume delicioso), olor que venía de la Sangre, porque como dice la biblia de la sangre emana la Vida y por lo tanto es la única que puede quitar la Muerte que produce el pecado, porque la sangre es vida. Todo esto se explica en Éxodo 24: 4-8: “Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros (corderos) como sacrificios de paz a Jehová.
Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.” Después de morir Moisés, ese sacrificio de sangre lo hacía un Sacerdote, entregando los pecados del pueblo, ya que era el Sumo Sacerdote el único que podría entrar al Lugar Santísimo, que era una tienda o carpa cubierta de velos en donde tenían el Arca del Pacto o Testimonio, que era una Urna en donde se encontraban las tablas de piedra de los mandamientos y contenía la presencia de Dios,
el Arca estaba manchada con sangre, ya que el Sumo Sacerdote rociaba la sangre del sacrificio que se hacía una vez al año, en el Día de la Expiación (compensación, pago), llevaba la sangre del Cordero para que Dios perdonara los pecados del pueblo. Estas reglas y rituales existían, como ya se explicó, por el rompimiento de la relación con Dios y porque Dios quería estar cerca de la humanidad, a pesar de su pecado. En Hebrero 9: 2-7: se explica todo: “,Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.
Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo,” Sabiendo todas estas cosas, es tiempo de conocer lo hermoso del sacrificio de Jesús, que es el Cordero Inmolado (ofrendado), el Sacrificio Perfecto de Sangre limpia de pecados, sangre del Hijo de Dios, que mejor Cordero que el propio Jesús. Como explica Hebrero 9: 14-22:
“Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo?, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas, ¿para qué sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión (perdón) de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.
De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (perdón).
Por esto los cristianos amamos tanto a Jesús y le agradecemos tanto porque gracias a su sacrificio perfecto que sólo tuvo que hacerse una vez y para siempre y no todos los años como en la ley de Moisés, podemos nosotros hablar con el Padre nuevamente como lo hacían Adán y Eva antes que entrara el pecado, sin intermediarios, sólo invocando su nombre y podemos estar seguros del perdón de nuestros pecados y de que si aceptamos esta verdad en nuestros corazones, entonces tendremos salvación y vida eterna con Dios en los cielos. Por eso podemos estar seguros de que Dios nos Ama, porque el Padre entrego a su Único Hijo en sacrificio de sangre (el sacrificio por excelencia) para el perdón de los pecados de toda la humanidad una vez y para siempre y así abolir (quitar) la Ley,
en la que la presencia de Dios estaba lejos del pueblo, no queriendo decir que la Ley en si misma fuera mala, pero no hay nada mejor que un Nuevo Pacto donde reina el Amor y la confianza (FE) de que Dios está a nuestro lado y cuando queramos podemos hablar con él como con cualquier amigo, pues él es el mejor amigo que se pueda tener, el mejor esposo, medico, abogado etc. Por eso el fin de la Ley es Cristo Jesús. De esta forma Ley ya no es impuesta, sino que como la Verdad ésta en nuestros corazones entonces nuestras actuaciones se ajustan a los mandamientos pero no por obligación o porque alguien nos lo exija sino por Amor y Fe. Otra cosa que se cambia con Jesús es que anteriormente la Ley sólo cobijaba al pueblo de Israel (el pueblo judío) el pueblo escogido por Dios, pero como Jesús quita la Ley, Dios es accesible a todos los pueblos, a los gentiles, como los menciona la biblia a los cuales nosotros pertenecemos. Romanos 3:29: ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Así que gracias a que Jesús obedeció la voluntad de su Padre de morir por los pecados del mundo, podemos nosotros los gentiles entrar en la promesa de una vida eterna con Dios y gozar de todas las bendiciones de la salvación y decir que nuestra vida es bendecida, prosperada y victoriosa.
Teniendo en cuenta esto, en muchas predicas abran escuchado que Jesús con el nuevo pacto rasgó el velo, aquí se hace alusión a los velos que separaban el Lugar Santísimo en el cual el único que podía entrar era el sumo sacerdote, pero con la muerte de Jesús que representa el sacrificio por excelencia ese velo se rompe y todos tenemos derecho a entrar al Lugar Santísimo, es decir, a la presencia de Dios sin necesidad rituales o protocolos, podemos dirigirnos al Padre directamente gracias al Hijo Jesús, que nos dejó al Espíritu Santo para ser nuestro consolador aquí en la tierra antes de reunirnos con él en el cielo.
Para entenderlo mejor es necesario leer las escrituras sagradas, es decir, la Biblia donde se resume todo lo anterior Hebreos 10 que dice: “Porque la ley, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos (corderos) no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice (Jesús):
Sacrificio y ofrenda no quisiste; Más me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí., En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un sólo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados (el pueblo).
Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuánto veis que aquel día se acerca. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta (ofensa) al Espíritu de gracia?” Pero no podemos quedarnos sólo con la muerte de Jesús, hay que tener siempre presente que Jesús resucitó, al ter día venció la muerte y se sentó a la diestra de Dios Padre. Por ese motivo no podemos seguir teniendo como símbolo de Jesús a una Cruz, que no simboliza otra cosa más que muerte y maldición, porque Jesús se sometió a la peor muerte de todas, a la que únicamente condenaban a los criminales más odiados y perseguidos, se humilló por amor, por eso la Cruz no es símbolo de Jesús, sino de muerte, no podemos seguir colgándonos en el cuello a la muerte porque Jesús vive, resucitó y está en el cielo con el Padre.
Efesio 2:4-10: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia somos salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”
Por eso a Dios se le ama sin tener que verlo o tener imágenes que lo representen eso se debe entender y renunciar a las imágenes y amuletos, que son idolatría y no es agradable para Dios.
Éxodo: 20:1 dice: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,”
Salmos 115:3 dice: Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. Tienen boca, más no hablan; Tienen ojos, más no ven; Orejas tienen, más no oyen; Tienen narices, más no huelen; Manos tienen, más no palpan; Tienen pies, más no andan; No hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos. Oh Israel, confía en Jehová; Él es tu ayuda y tu escudo”. Entendiendo todo lo que Jesús nos enseñó, por eso es que mencionamos su nombre en todo momento, como indica Romanos 10: 9-13 “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. Por eso la expresión en el nombre de Jesús. Colosense 3:17 "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesucristo, dando gracias a Dios Padre por medio de él". Sabiendo todo esto y en el nombre de Jesús siendo más espirituales que antes de empezar a leer esta reflexión, quiero explicarte que Dios nos da la opción de elegir nuestros actos, así que no hay nada escrito, no hay un destino, Dios tiene planes para nuestras vidas pero somos nosotros los que elegimos.
Dios hizo la creación para que todo funcionara en armonía y perfección, pero con la desobediencia de Adán y Eva todo cambio, no por voluntad de Dios sino por la desobediencia del hombre, que quiso separarse de Dios para seguir su propio camino, ser auto-suficiente y no depender de Dios y sus pautas, porque Dios nos regaló el libre albedrío, es decir, el poder de decidir por nosotros mismos, libertad, pero todo creyente sabe que en dicha libertad la mejor elección es depender de Dios. Debemos tener en cuenta que toda acción trae un efecto, es decir, toda acción tiene una consecuencia. Si la acción es buena la consecuencia lógicamente será buena y si la acción es mala lógicamente la consecuencia será mala.
Yo creo que Dios permite que esto suceda para que el mundo fluya, para mí, Dios creo leyes, ya que es el mayor físico o biólogo que pueda existir, por ejemplo creó la gravedad, así también la Ley Causa-Efecto o como algunos dirían la ley de atracción, como también estableció la genética, misterios que sólo él conoce. Por lo tanto, esta facultad de escoger libremente nuestro camino, trae su responsabilidad, que como ya explique puede ser una consecuencia negativa o positiva conforme a nuestros actos.
Esto se explica en Deuteronomio 30: 15-19, cuando Dios le dio palabra a Moisés para que le dijera al pueblo: “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal: Porque yo te mando hoy que ames á Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para poseerla. Más si tu corazón se apartare, y no oyeres, y fueres incitado, y te inclinares á dioses ajenos, y los sirvieres; Protesto os hoy que de cierto pereceréis: no tendréis largos días sobre la tierra, para ir a la cual pasas el Jordán para poseerla. A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, para vivas tú y tu simiente,”
También hay que recordar que como dice la Biblia la Palabra tiene Poder y lo que confesemos con nuestra boca eso sucederá, lo que también podría aplicarse a nuestros pensamientos los cuales siempre deben ser de bendición para recibir bendición. Porque incluso Dios creó al mundo y todo lo que existe con su palabra como se explica en el capítulo uno (1) de Génesis, por ejemplo capítulo 1: 3 “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” y así en todo Génesis uno (1) se explica que Dios creo todo con el Poder de su Palabra. Capitulo 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza,” De igual forma en Jeremías 5:14 se declara: “Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá”.
Mateo 8:16 dice: “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” Por lo anterior, no podemos culpar al enemigo (el diablo o satanás) de todo lo malo de lo que nos ocurre, hay que asumir responsabilidades en la mayor parte de lo negativo que nos pasa, porque o puede ser consecuencia de nuestras malas decisiones o por la palabra de maldición que hemos lanzado que nos ata o encadena. Mateo 16:19 dice: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”.
Lanzar una maldición no es sólo decir Te Maldigo, de eso no se trata, ya que la palabra maldición está compuesta por dos partes que son: Mal y dicción que viene del verbo decir, en otras palabras decir mal o hablar mal, por eso cuando le dices a alguien eres un bobo, un idiota, no sirves para nada y cosas así, estas maldiciendo a esa persona; por lo que hay que tener cuidado de nuestras palabras, de cómo las usamos y de que decimos porque tienen mucho poder, tanto para maldecir como bendecir. Cuando tú recibas esas palabras debes confesar con tu boca me desato en el nombre de Jesús, para que esa maldición no te ate y te condene.
En cuanto a las decisiones que tomamos debemos ser responsables de las elecciones que hacemos, por ejemplo, si eres adolescente y decidiste tener relaciones puedes quedar embarazada y no será porque Dios quiso, como suele decir la gente: que sea lo que Dios quiera o Dios lo quiso así, esta expresión no la podemos aplicar cuando es de nosotros que depende la elección, sólo la podemos usar cuando vivamos en obediencia cumpliendo los mandamientos de Dios y hemos dejado el control de nuestra vida a él. No cuando somos irresponsables y pecadores.
No es lo mismo que el embarazo se produzca dentro de un matrimonio, que es una bendición, no estoy diciendo que los niños que hayan nacido fuera de un matrimonio no sean bendecidos, pero por lo general son más rebeldes y se sienten rechazados, porque su concepción no fue planeada, pero se convierten en unos bendecidos cuando sus padres se arrepienten de haber pecado y consagran a su hijo a una vida en Dios o cuando ese niño ya teniendo uso de razón o en su adultez acepta a Dios en su vida y renuncia a cualquier maldición herencia.
Salmos 51 5:-10 “, en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Este tema es muy difícil de explicar y muy complejo y abarcaría todo un libro, lo importante es saber que todos podemos renunciar a ese pasado aceptando a Jesús en el corazón y cambiando el estilo de vida antiguo por uno nuevo que nos lleve al camino de la vida eterna. Este es sólo un ejemplo de la vida con Dios que debe ser o con él o sin él o fría o caliente, no se puede servir a Dios y al diablo al mismo tiempo, se debe ser imparcial, radical y llevar una vida recta.
También hay que tener en cuenta que Dios si castiga aunque, confieso que yo creía no castigaba, que todo era causa y efecto o el enemigo, pero resulta que la biblia nos dice otra cosa. Proverbios 3: 11-12 señala: “No menosprecies hijo mío el castigo de Jehová ni te fatigues (no te apartes) en su corrección, porque Jehová al que ama castiga como el padre al hijo a quien quiere”. Romanos 3: 5-6 dice: “, ¿Será injusto Dios que da castigo? en ningún manera de otro modo ¿Cómo juzgaría Dios al mundo?” Job 5:17: “He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso”
Porque Dios permite que se nos pruebe, no para ver si fallamos, sino para fortalecer nuestra Fe. La prueba es una manifestación de la confianza de Dios en nuestra fidelidad e integridad Job 1:8: “Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” La Santidad de la naturaleza de Dios exige que castigue el pecado. Por supuesto, el camino cristiano no es fácil, es estrecho y difícil de caminar teniendo en cuenta que queremos ser santos y espirituales en un mundo malo y carnal. Ya que la vida en santidad no da cabida a las malas actitudes y busca a Dios en todas las circunstancias, a pesar de la naturaleza imperfecta del hombre.
Por eso es importante tener en cuenta que: Dios =OR
Dios es Amor, el Amor es parte de la naturaleza de Dios, por eso el que ama tiene a Dios y por ende el que tiene a Dios Ama. 1 Juan 4: 7-8: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. 1 Juan 4: 20-21: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”.
En este punto es importante establecer que Jesús no sólo cambio la Ley antigua en cuánto a la relación que ahora tenemos con Dios, sino que también cambio los mandamientos como explica Marcos Capitulo 12 en los versículos 28 al 31: “Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que esto”.
Por eso Dios debe ser tu prioridad, tu primer Amor, después debes amarte a ti y por ultimo a tu prójimo como a ti mismo, es decir, a tu familia, amigos, etc. El Amor de Dios es perfecto: sin mentiras, sin engaños, sin envidia, todo lo puede, por eso es el Único amor capaz de hacer cambiar a una persona. 1 Corintios 13: 4-8, dice: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser,”. Este Amor Perfecto sólo viene de Dios que es perfecto.
Pero el amor de Dios no sólo puede cambiar a una persona, sino que hace que la persona nazca de nuevo, casi literalmente, las cosas viejas pasan y empieza una nueva vida en Cristo como una persona espiritual y ya no carnal. Pero para nacer de nuevo es necesario morir, morir a la carne, que representa los deseos y el pecado. Juan 3: 3-7: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”. La mentira del mundo (el enemigo) dice: que nadie puede cambiar, pero con Dios se destruye, porque el que ama a Dios y quiere seguir amándolo, ya que ha descubierto la verdad, entonces sus ojos se abren y experimenta la presencia y Amor de Dios, por lo que busca el cambio como decisión propia como debe ser, por el libre albedrío que tenemos y al tomar esa decisión se enfrenta a un camino largo y difícil de cambios y críticas, pero con Dios respaldándolo y dándole fuerzas encuentra la Victoria, porque no es con sus fuerzas sino con la ayuda de Dios,
el hombre toma la decisión y Dios hace la obra, si él lo deja actuar, y es cuando manda a sus ángeles guardianes, guerreros y por supuesto en compañía del Espíritu Santo, el consolador, es entonces cuando el drogadicto se rehabilita, un suicida encuentra razones para vivir, cuando un infiel se arrepiente y busca el perdón de esposo(a), un depresivo se anima, cuando un homosexual se re-descubre y así etcétera, etcétera. No con sus propias fuerzas o ayuda de psicólogos o cualquier religión, sino por decisión y convicción de que sólo Dios lo puede salvar y cambiar. Con base en esto podemos decir que la persona que sigue a Cristo y que está enamorada de Dios, es como cualquier enamorado que quiere ser mejor persona,
para que ese ser amado este orgulloso y busca siempre su felicidad, es cuando se nace de nuevo, como explico Cristo, no queriendo decir que entremos nuevamente al vientre de nuestra madre sino dejando atrás al viejo hombre y ser otra persona, para buscar la santidad y en esa búsqueda y nacimiento nuestros ojos se vuelven espirituales y todo lo vemos de forma distinta al mundo, (los cuales están engallados por el enemigo) sabiendo que el diablo con sus demonios quieren alejarnos de Dios, de su Amor y santidad con ENGAÑOS como:
• Sigue a tu corazón. Según la Biblia esto es un engaño ya que en Marcos 7:21 dice: “Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios”, Jeremías 17:9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. Se debe seguir es a la palabra de Dios a sus mandamientos.
• Uno no debe arrepentirse de lo que hace. Mentira, sólo con arrepentimiento se logra la salvación y el perdón de los pecados
• A la pareja no se le puede contar todo. Mentira debe haber comunión y verdad en la relación de pareja mucho diálogo y tolerancia, el ocultar es engañar y de eso se agarra el diablo para empezar a debilitar la relación, ya que entre tierra y cielo no hay nada oculto y el día que se sepa hay peleas.
• La felicidad no existe, sólo existen momentos de alegría que duran poco y por eso siempre se deben hacer cosas que ten felicidad para estar bien porque si no tedas cuenta de tu soledad y de lo malo de la vida. Mentira es una falsa felicidad, el único que lo llena todo es el Amor de Dios su Gozo y su Paz.
• Hay que experimentar todo para saber que te gusta o no y tener anécdotas que contar cuando estés viejo. Mentira, si lo enfocas en el pecado; Cierto cuando lo enfocas en experimentar momentos de alegría familiar y espiritual.
Con todo esto se confirma la palabra cuando explica que en los últimos tiempos a lo malo se le dirá bueno y a lo bueno malo, eres popular: si tomas, si experimentas, si eres infiel a tu pareja, si tienes sexo con quien te provoque, etc., pero eres un tonto si eres leal, consagrado, fiel, honesto. Que mal esta la sociedad. No podemos caer en esas mentiras y engaños hay que agarrarse firme de Dios y su justicia. Cuando nosotros vivamos en esa dimensión espiritual buscando la santidad entonces seremos bendecidos y prosperados, familiarmente, económicamente, sentimentalmente y en todo lo que pidamos.
Pero lo más importante de la vida cristiana no es todo lo anterior, esas cosas son añadiduras y deben serlo porque Dios no requiere de nosotros riquezas o estabilidad, él lo que quiere es que lo amemos y adoremos, que lo busquemos, no como una solución a nuestros problemas económicos, de pareja o familia, es decir, no buscarlo por interés, sino por necesidad de su presencia, reconocer que él es dios, así no consigamos empleo, alabarlo así estemos enfermos, adorarlo, así tengamos dificultades, cuando buscamos a dios por necesidad de amor, de salvación, abriendo nuestro corazón y entregándole tu vida sin restricción para que cambie lo que no le agrade, buscando su presencia, su perdón, su luz, ese día las demás cosas serán añadidas, es decir, la salud, la estabilidad económica, etc.,
Pues Dios quiere bendecirnos pero más que eso quiere Salvarnos y que lo amemos por ser nuestro creador más que nuestro proveedor, las bendiciones y prosperidad son consecuencia de nuestra relación y comunión con Dios. Mateo 6:31-33 dice: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
No sea que por buscar añadiduras o tener otras prioridades, Dios nos diga, apartaos de mi hacedores de maldad. Como dice Mateo 7:21-23: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Cuando primero se busca a Dios y no a las añadiduras, entonces podemos acceder a sus promesas, por ejemplo:
Pedid, y se os dará, Mateo 7:7-12 Filipenses 4:19: Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforma a las riquezas en gloria en Jesucristo. Romanos 8:31 Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros. Filipenses 4:19: Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforma a las riquezas en gloria en Jesucristo Juan 14:27: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da; no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo Sal 4:8: En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque sólo tú, Jehová, me harás estar confiado.
Romanos 8:28: Sabemos, además, que a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien"
Sal 23:1: Jehová es mi pastor; nada me faltará, el día que podamos decir, a pesar de tener problemas o estar enfermos, Dios te alabo te doy Gracias por mi vida lo que me ocurre es para hacerme mejor persona y aunque muera con esta situación te alabare por darme tu amor y misericordia. Ese día habremos entendido la verdadera relación con Dios y estaremos llenos de él. La vida en Cristo no es religión (ritos) sino una nueva vida, un estilo de vida diferente, vivir en Amor de Dios.
Todo se empieza a ver diferente, con ojos espirituales, porque ahora ya no eres carnal sino que has nacido del espíritu, por lo tanto, espiritualmente se vive en otra dimensión y es espectacular. Es diferente tener buenas costumbres basadas en la ética y la Ley, que hacer obras de justicia que nace del corazón de una nueva vida nacida en Cristo. Yo ya lo decidí, anímate es la decisión más sabia que tomaras y jamás te arrepentirás de escoger la salvación, porque mientras Cristo llega por segunda vez a llevarnos, en el tiempo que sólo Dios conoce, se puede vivir una vida plena: en pareja, con tus hijos, vecinos, amigos y económicamente milagrosa, claro, siempre y cuando cumplas con los mandamientos y con el Diezmo ordenado en Malaquías 3:10:
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Cumpliendo esto nuestras finanzas permanecerán en bendición y abundancia, soy testigo fiel de eso, cuando menos te imaginas llega lo que necesitas y mucho más… Si crees y te ha movido lo que has leído aquí, te invito a hacer esta oración para que aceptes a Jesús como tu salvador, recuerda lo que dice Romanos 10: 9-13 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Oración de fe: Confiésalo con tus labios en voz alta recuerda que la Palabra tiene Poder:
Señor Jesús:
Reconozco que he pecado contra ti, te pido que perdones todos mis pecados. Te necesito.
Yo creo que tú moriste en la cruz por mí, resucitando al tercer día, para lavar mis pecados y sanar todas mis heridas.
Señor Jesús, hoy te entrego mi vida y abro las puertas de mi corazón para que me tú me transformes. Renuncio a cualquier maldición de herencia y te pido que limpies mi alma.
Yo confieso que tú eres Dios y te acepto en mi vida como Salvador Personal. Lávame con tu sangre y escribe mi nombre en el Libro de la vida.
Amén.
Colaboración de Mariaserrano
Colombia