Con el pasar de los años, he logrado entender que a pesar de todos los sufrimientos y los obstáculos que se nos presentan, la vida es un regalo maravilloso que debemos aprovechar al máximo. Debemos vivir plenamente, dar gracias a Dios por nuestros hijos que con todos los defectos que pudieran tener son maravillosos, porque son una extensión de nosotros mismos. Hoy doy gracias porque he tenido como pocos otra oportunidad en la vida, -Dios sabe a qué me refiero- porque fue el quien me la dio.

Debemos luchar por nuestros sueños, aunque a otros les parezcan fracasos, tener ilusiones y esperanzas, proponernos metas y tratar de alcanzarlas. fijarnos un propósito para que nuestra vida no sea vacía y tenga sentido. Creer en nosotros mismos, aprovechar al máximo las oportunidades, porque quizás no regresen nunca. Estamos obligados a buscar la felicidad y hallarla no importa donde este, tratar de hacer felices a otros, disfrutar cada día porque no sabemos si será el último y sobre todo debemos dar porque en el dar está la mayor felicidad del mundo, sobre todo si damos nuestro corazón.

Sólo quiero decir gracias.

Colaboración de Díaz
Colombia