Tengo prisa en acompañarla
Me urge viajar con ella
Lo haré sin ninguna querella
Con mucha dignidad y templanza
Y con total y plena confianza
Cumpliendo un anhelo de mi alma.
Para que me adentre sin vacilación
En el valle silencioso y oscuro
Donde estaré más seguro
Porque allí no existe el dolor
Porque allí no duele el amor
Y la esperanza no es una opción.
Para que la tenue luz de mi vida,
Comenzando con lo que hay en mi mente
Sea apagada para siempre
Desapareciendo mi sufrimiento
Y toda la angustia que llevo dentro
En éste corazón de incurable herida.
En el ocaso de mi vencida suerte
Y ansioso esperando ese coche
Que me eternizará en la negra noche
Para lograr por fin el descanso
En un apacible campo santo
Te suplico: ¡abrázame pronto bendita muerte!