Labio con labio,
dedos entre dedos,
manos que rozan
la piel de las entrañas.
Pulso en ágil reflejo,
latiente cuero de brazos.
El cuarto es un alborada
de oscuros deseos
En el tálamo somos cuerpos
equipados de siniestros y
en la consumación del fuego.
Se fueron sabanas rosas.
Todo simboliza destartalo
Villana de mi boca,
robaste hasta la última
gota de humedad en mis labios.
Amplitud de silos,
tallo erecto…
Tu eres el último pistilo
en mi intimo desierto
El acto genital es mínimo
a la mirada del amor
sentado en la ventana,
bajo lluvias de gotas
en filigranas al
acicalarse la tormenta sin hora.
Enardecidas venas
Móviles caderas
Turgencia de cauces
con efluvio de arteria.
Tibios pechos de encauce
ahí va el hambre de mi gola.
Estrenamos la tarde
con caricias,
la brecha de la noche nos halló
extasiados en
fatiga de batalla y
el signo del amor en la mirada
Así entraban las estrellas
su brillo de libélulas
y como una cascabel
que soporta la sed en la aridez.
En este yermo de arena,
tu eres remanso de agua,
gota de rocío en hoja blanca,
sustento de mis belfos,
rehabilitando mi piel.