Me preguntas si voy a seguir siendo igual contigo
después de que me hayas permitido entrar al cielo
y probar las mieles de tu sexo… y yo te pregunto:
¿Cómo podrían cambiar mis sentimientos hacia ti?
O ¿cómo podría ser de otra manera?
Tienes exactamente lo que me encanta,
por eso te has convertido en mi diosa…
Pero ahora quiero convertirte en mi mujer,
en mi amante, en mi reina…
y que tú me conviertas en lo que quieras:
tu rey, tu príncipe o tu esclavo… en lo que tú quieras,
siempre que pueda aspirar tu esencia
y sentir el calor de tu cuerpo junto al mío.
Aunque hasta ahora sólo me has dejado tocar
la puerta del cielo,
sin permitirme entrar al paraíso de tu intimidad,
estoy seguro de que muy pronto lograré
abrir una brecha en tus líneas de defensa:
voy a derribar todos los obstáculos que me puedas
oponer y voy a conquistar cada palmo
de terreno de tu cuerpo, de tu corazón y de tu alma,
hasta capturar mis objetivos en la profunda
retaguardia de tu intimidad de mujer.
Voy a vencer tu resistencia con tácticas
de guerra que no podrás resistir…
¡la conquista de tu corazón es todo un arte!