Descubrí entre las ramas tu rostro. Quedo observando como el tiempo se desvanece
Sabía que al pasar por allí tu recuerdo, ya casi no estás, no perturbas
no volvería a verte, estabas hermosa, mi mente, no hablas en mis sueños, te busco
parecía que jugaras con el viento. Y no puedo verte, ¡llegaste tarde!, tan tarde
que ni siquiera puedo llegar hasta ti.
Tu pelo de un lado a otro,
tu mirada penetrante, la pureza
de tu alma reflejada en tus labios.
Volví a sentir lo mismo,
se despertó el corazón y, al dejar
al descuido un susurro escapó
de mí tu canción preferida.
Volviste en sí y tu brújula
te indicó el camino
corriste a mis brazos pero al llegar,
te sorprendiste, no estaba solo.
Muestras una alegría, pero observo tu tristeza
una gota cae de tus pupilas
te marchas sin decir una palabra
vuelvo a mirarte pero esta vez no siento el latir.