Sé que amarme te sería difícil.
Qué sociedad tan injusta que al condenarte
olvida la belleza que encierran tus ojos.
La suavidad de tus manos moldean mi corazón
como un barro fino y tus oídos al escucharme
tienen la respuesta que brota de tus labios.
Tu cabellera va de un lado a otro
como el viento al jugar con las hojas,
mis ojos se deleitan al mirar la hermosura
de tu cuerpo.
Curvas finas que hacen contraste
Con tus piernas bien torneadas
Y tu sonrisa, tan consciente que rompe la tristeza
de las almas indefensas.
Pero al amarme, todos te juzgan
Una enorme barrera se interpone entre los dos,
Y al querer amarte yo, me resultará imposible.
Qué sociedad tan injusta, que al condenarte
Olvida la pureza que encierra tu alma.