Hoy recuerdo los gratos momentos en que juntos
Como iglesia y familia hemos compartido en la vida,
Risas, llantos, cantos, alegrías y diversos sentimientos,
Y así también, hasta una que otra dolorosa herida.
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Es muy cierto no somos cristianos ni seres perfectos,
Hay demasiadas cosas que delatan nuestros defectos.
Como es natural, estamos llenos de imperfecciones,
Pero hemos de seguir tomando buenas decisiones.

Quizás hasta nuestra poesía mucho ha cambiado,
Recuerdo, antes todo hablar era color rosa y dorado.
Y ahora que el peso de las penas nos ha llenado
De sentimientos que ni hubiéramos imaginado.
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Lo que importa es que aún estamos juntos, lado a lado
Como iglesia, las tantas penas no nos han doblegado.
Y tras todas las tristezas, con cara de grandes proezas
Pero que hemos recibido del Señor y de sus riquezas.
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Hoy somos una familia, hemos dejado muchas cosas
Para recibir otras mucho mejores y maravillosas.
Y aunque muchas veces es difícil y duele, reconocer
Al final sabemos que tenemos una meta que entender.
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Ya son ____ largos años de nuestra maravillosa iniciación,
No ha sido fácil llegar, pero aun tenemos una dulce canción.
Y aún nos queda vivir y predicarles a toda la ciudad,
Hasta que puedan entender de su grande necesidad.
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El Señor nos ha prometido cosas grandes y maravillosas,
Más nunca nos dijo, que estaríamos en un lecho de rosas.
Pero sí prometo estar contigo en valle de sombre y muerte,
Y ni las huestes del infierno, jamás cambiarán tu suerte.
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Confronten juntos las pruebas que yo les he preparado,
Conmigo los quiero a mi lado, pues así yo lo he indicado,
Sólo te pido tu paciencia, y espero que no suene a exigencia,
Pues deseo prolongar conmigo, para siempre tu existencia.