Llegas y le arrebatas la sonrisa
así de fácil, así de prisa.
Tu estancia en mí, no me asusta
pero en ella, se convierte en pesadilla
le cambias la noche por el día
la conviertes en sentimiento puro
en nostalgia indulgente a la que le invierte
sus horas y dentro de su angustia
aparentemente ausente, la destrozas.
Tu fijación en su vida no es una elección
simplemente te apareces y la engañas
Le haces creer que vienes de paso
y sin embargo, te quedas insistente.
Quizás la soledad me siente bien
tal vez un refugio anudado a recuerdos
que me llenen de vez en cuando,
sería lo que quiero, lo que ocupo realmente.
No soy tolerante, me quema el coraje
soy más bien, frustrante, dificíl
¡Quién sabe! tal vez la amargura me ha envuelto
y en cartas de amor yo ya no pienso.
Por eso vida mía, te dejo, me abandono
a tu olvido y me alejo de ti, para seguir
sola mi largo camino.