Pedí sentirme y al escapar quedaba seco
siento que perdido uno está en la tempestad
de saber que lo vivido en un pasado queda en hecho
y vivir algún futuro, ya me es falto de voluntad.
Repudio, vergüenza, exilio de personalidad
facetas que repugnan toda credibilidad
si el sistema me regala en mi cara la decisión
me le río y le escupo por tratar mi enfermedad.
Si se tratase de desvariar, al variar entreno
y dreno la juventud que perdí como un infante
succionando el veneno, me parece interesante
que cuando todo esté perdido, surja un camuflo de "bueno".
Caras de triple máscara, la más cara es la que menos vale
ya que el tener, no es haber merecido lo principal
si la vida me enseñó que las cosas no me salen
la gente se encargó de que crea que es verdad.
No todo va ser oscuro, tenue y opaco
es un almuerzo de mañana tarde y noche
que al durar solo tres días la enfermedad me va dejando el mensaje
de que despierte, sueñe, escriba, de que abandone los reproches.
Amparo mi estilo, amparo en lo que me convertí
acepto mis aromas, mis esencias, agonías
creo en mis rutinas, mis ruinas me dejan
y acomplejan mis problemas en días de cama vacía.
Mis enfermedades son incontables pero
si rimar es una de ellas,
el remedio ni lo espero.