Patria, desde mis adentros te imploro
que cures esas llagas
que tus hijos rencorosos
abren cada día con la sangre de mis hermanos.
Que estos días oscuros
curen en nuestras mentes
los más profundos rencores,
para que en este bello suelo
canten los ruiseñores.
¡Oh patria mía!
que algún día mis hermanos
puedan dejar de golpearse
y se tiendan la mano,
para que prosperes, para que vivas, para que se perdone en este mundo,
mundo extravagante,
que sé vuelto loco de hartar.
Para que podamos hacer conciencia, y tratar de mejorar, cada uno y poco a poco cambiaremos el mundo
Colaboración de "El chapinísimo"
Guatemala