Mi mamá y sus locuras, como te amo mamá. Mi mamá no es de las que dicen muchas cosas, pero no es tampoco de callar; porque aunque no digas mucho, cuando dices y hablas son solo cosas de verdad. ¡Qué grande eres mamá!
Mi vieja y su justicia, no hay justicia más perfecta que la de una mamá, no le gusta las peleas menos si entre hermanos nos hemos de atacar, se pondrá ella en el medio que grande te vuelves mamá.
Pero todos diremos nuestra madre es la mejor, la más grande porqué; ¿Quién no ama a su mamá? Aunque cometes errores, casi siempre es por proteger a quien amas más, que para una madre son sus hijos como leona te conviertes mamá.
Te he visto de mal genio que miedo te tengo mamá; te he visto también triste no me gusta verte llorar. Te he visto de buen ánimo pero también te he visto flaquear, pero siempre levantarte para auxiliar a quien amas más, que en el caso de una madre siempre está dispuesta a ayudar. ¡Qué grande eres mamá!
Como fluyen las palabras cuando quiero hablar de mi mamá. ¡Ella! Esa mujer que te abriga y siempre está a tu lado, que no espera nada a cambio, ella que nunca te juzga, ella que siempre está esperando que le cuentes tus problemas, no pensando muchas veces en cómo solucionarlos, porque hay problemas que enfrentamos solos, pero ella estará siempre, simplemente escuchando.
Ella que siempre va estar para ti no importa lo malo, ella que siempre te va abrazar aunque hayas fallado, ella que no sabe cómo vivir si no es cuidando a quien amas más, que en el caso de una madre sus hijos serán. ¡Qué grande eres mamá!
Tú amas sin esperar amor, das amor a todos los demás. Si todos amaramos como aman las mamás, no existiría muerte en este mundo. Todos deberíamos de amar como aman las mamás, sin esperar que las amen solo dando amor incondicional.
Qué triste me siento cuando pienso en que no te tengo mamá, si de eternidad habláramos solo desearemos la eternidad para nuestra mamá. Porque si he de vivir en esta enferma sociedad, quiero tenerte a mi lado vieja me siento seguro si tu estás; te quiero para siempre, quiero que vivas una eternidad, aunque sé que son solo sueños, no imagino una vida si no estás mamá. ¡Qué grande eres mi vieja te deseo muchos años más, si es posible una eternidad!
Gracias mujer porque aprendo al estar contigo a ser; ser algo más de lo que puedo imaginar. Gracias a ti aprendo a ser y vivir en esta enferma sociedad. De esta madre revolucionaria que no dice mucho, pero cuando no calla solo dice verdad, de esa vieja que te defiende, te cuida y protege de esta sociedad, me podría quedar hablando toda una vida para expresar lo que eres mamá. ¡Qué grande eres mamá!