Aunque esté en la calle no se calle.
Hablo con la calle que calla.
Calla mi corazón en la calle y habla consigo mismo, como una voz más entre tantas. Como una voz que se comparte con el silencio de quien calla en la calle, para no encallarse.
Hablo entre el sonido del tráfico y de otras voces que no callan, aunque hablen. O que hablan aunque callen. Porque están en la calle que siempre habla, aunque también calle siempre la calle, como su nombre indica. Para eso es calle. La calle no calla.
¡Así que no encallemos!. Porque si encallamos callamos para siempre. Y seremos un titanic en el fondo del océano, objeto de admiración de muertos venideros.
Déjate en paz y no me pidas a mí que sea yo quien te deje en ella. Quédate en paz aunque yo esté sin ella, porque la busque en otro sitio, porque la busque en no teniéndola.
Prima: he comprado ketchup y mostaza.