En la época de mi adolescencia, existía comunicación directa con las personas, casi todas se conocían y compartían ideas, pensamientos, ya sea al ritmo de una buena música o otras instancias recreativas.
También era muy común (y extraño enormemente esos espacios intercomunicaciones), juntarse con compañeros de curso u amigos en recreos, plazas u casas. Recuerdo que durante adolescente, en nuestros cuadernos, dibujamos corazones de las personas de quienes nos enamoramos y departiamos con amigas.
Además, existía cariño y respeto en las relaciones interpersonales, de amistad y no como sucede actualmente, que esos valores se han reducido a un personalismo frío y ocasionado por el exceso de virtualismo.
En.redes sociales, muchas veces se interactúa con personas que no se conocen y se desconoce sus pensamientos, valores y patrones conductuales. Con amistades sólidas y conocidas, es distinto, ya que existe confianza y conocimiento mutuo.
Añoro profundamente los intrínsecos lados de camaradería de antaño, donde sencillos pero nobles actos como otorgar un abrazo sincero a un amigo, amena conversación o empatía, ennoblecían el espíritu humano y aunaban a amigos. Empero, actualmente, toda comunicación se limita a un computador o móvil , y el individualismo se ha apoderado del ser humano. El peor error del ser humano es desarrollar actitud de superioridad y soberbia.
Y olvidamos que todos los seres humanos tenemos virtudes, defectos y que el valor del sujeto humano, radica en el estándar humano que posea y no en ninguna clase selectiva y discriminatoria.
Si tan sólo nos detuvieramos un momento en ser empático, solidarios, tolerantes, justos, e quitativos, bondadosos y comprensivos con otros entes humanos, el mundo sería más humanitario, menos cruel y egoísta.Utilcemos redes sociales de manera constructiva e intentemos reconstruir amistades basadas en la conexión humana y principios humanos valoricos.