Gracias Jesús,
por entregarte hasta morir
para que pudiera vivir
y no me pierda,
por ese amor
que me has brindado,
vivo de ti enamorado.
¿Cómo corresponder
al sacrificio incomparable
que hiciste tú,
por salvarme a mí?
No es suficiente
cantarte un corito solamente,
leer la Biblia y de vez en cuando
buscar tu dulce rostro en oración
y después dormir...
He comprendido
que aún dándote la vida quedo en deuda,
que puedo darte todo lo que tenga,
y más, y mucho más
mereces tú,
¡Oh mi buen Jesús!