Hoy te encuentro nuevamente vacío
y aseguro, que no te esperaba
hace tiempo te eché de mi vida
y apareces, y me tocas el alma.
¿Y por qué es que tú rompes el pacto?
Yo pensé que tú eras de palabra.
Y resulta que entras en la noche
sin golpear, saltas mi ventana.
¿Y por qué hoy vuelves a mi vida?
Y de nuevo me atormentas, me amargas
y de nuevo te apoderas de mi vida
porque sí, sin decir una palabra.
Tú ya sabes, no tengo veinte años
encontrar una ilusión, ¿dónde buscarla?
Ya lo sé, que me buscabas vacío
soy el vaso que tanto anhelabas.
Hoy me tienes nuevamente vacío.
Nuevamente ganas la batalla.
Y lamento que te ensañes conmigo,
porque yo, nunca más te esperaba.
Siempre dije que es necesario un ánimo especial para escribir. Hoy ha sido uno de esos días
Colaboración de Marcelo Arellano
Argentina