A veces las palabras se mal entienden cuando no se dicen de frente, a veces las miradas en silencio confunden, a veces la escritura es mal leída, y la mayoría de las veces hablar o pronunciar lo que tu interior quiere reflejar resulta muy difícil pues las palabras correctas suelen esconderse. Hoy sin miedo a un mal entendido, sin miedo a que no pueda expresarme de la forma más elocuente, me atrevo a escribir lo que llevo en mi sentir, lo que mi interior tiene escondido.
Todo surge bajo condiciones o efectos de una aventura y a juicio del destino y a que el tiempo vaya dictando su veredicto. No sé si me quisiste realmente, no sé si todo lo hiciste para darle cabida a tus propios deseos. Soy una mujer que desea construir una relación de una forma sólida, donde sólo prevalezca un querer mutuo ya que sólo exijo que me quieran y me respeten, y en consecuencia brindar mi querer en forma plenamente correspondida.
Aceptamos esta aventura para quizás acompañar nuestra soledad, o para darte un gusto o simplemente por curiosidad, o ¡haberlo hecho para cumplir un capricho! Pero el tiempo fue despertando un deseo a gran escala y me lo quisiste imponer sin tener en cuenta que mi personalidad no me lo permitía. Te aferraste a tu deseo que no viste que según mi forma de ser, no compartía el mismo deseo, pues no en estas circunstancias de aventura.
Fue tanta tu insistencia y fue tanta mi negación que te cegaste, que no abriste los ojos, que no escuchaste lo que con mí “no” te quería decir; pues quería cumplir este deseo bajo una condición estable “de no juego”, que me quisieras de forma sincera “no para querer olvidar”, que todo surgiera desde el corazón y el momento “sin planificaciones”, y así tenerte confianza “con tus hechos no con tus palabras” y sentirme en confianza o en compenetración con mi conciencia y mi alma “seguridad de tu sinceridad e intenciones, sin miedo a futuros errores o desprecios”.
Pero jamás entendiste lo que quise decirte, o no querías entender esto tan sencillo, es por ello que jamás confié del todo en ti, era por ello que mi miedo a un posible error ascendía, lo cual me cohibía de dar equis paso. Me pregunto: ¿Por qué no entendiste jamás? Si algo te impedía entender... O siempre entendiste, pero no quisiste asumirlo
Porque se te hizo tan difícil de entender o se te hizo imposible de asumir.
Entendí que jamás me quisiste realmente, que tu interés por mí no fuera total, que hubiera una intención tuya específica con esto que jamás me diste a conocer. ¿Por qué? Fui tu clavo, tu opción, tu acompañante de soledad y como tal tu pasatiempo: lo peor del caso es que creo estar segura de que jamás tuviste la intención de profundizar tu querer por mí, ¡verdad! ¿Qué querías de mí? ¿Por qué conmigo? ¿Por qué si siempre te dejé en claro mi forma de ser y como quería llevar las cosas, me hiciste dicha propuesta y además la insististe tanto?
¿Por qué no buscar a otro si sólo querías saciar tus deseos a tu manera? ¿Por qué si sabías o por lo menos sospechaste que jamás me ibas a querer como yo deseaba que alguien me quisiera, seguiste insistiendo conmigo? ¿Alguna vez te importaron mis sentimientos o lo que yo podía sentir? ¿Creo que no? Estas son algunas de las incógnitas que siempre tuve presente, las que tus acciones me hicieron construir y que jamás me permitiste una respuesta.
Te confieso sinceramente que me propuse e intenté contradecir mi personalidad y mi forma de ser, que quise omitir a mi conciencia y admitir los deseos en mis acciones, que quise darme una oportunidad a una nueva experiencia de vivir; pero todo intento fracasó, y sabes qué; gran parte de este fracaso se debió a que siempre me reflejaste tu desinterés, porque una sabe cuándo la miran a los ojos y ven a alguien más.
Verdaderamente lo intenté, muy a pesar de los juicios de mi conciencia, mi intento fue sincero quería hacerlo por mí (para descubrir si era que yo con mi personalidad anterior me estaba cerrando las puertas), y lo quería hacer por ti (porque quería creer en ti, cuando decías que yo te hacía sentir bien, que te gustaba lo que vivías junto a mí, pero creo que lo decías con un sentido muy distinto al que yo entendía).
Me juzgaste por ser una persona compleja y exagerada cuando te manifestaba que quería una relación estable y sinceramente bordada de cariño. Te dije que todo lo que me podía permitir contigo dependería de ti; pero lamentablemente cuando yo te entregaba el 50% tú me entregabas el 5%, pues así lo sentí porque así me lo hiciste sentir.
Nunca obtuve un gesto bonito y detallista de ti, no hubo un detalle o una interesa constante de tu parte, y eso no es exagerado de brindar cuando te importa alguien, y eso tú lo sabes perfectamente. Aunque no lo creas o si nunca te diste cuenta, yo si te regalé gestos y detalles, el hecho de permitirme cumplir todo esos pequeños momentos fueron detalles que me permití, y fueron más de lo que alguna vez me había permitido dar o demostrar; pero creo que jamás los valoraste porque a ti sólo te interesaba satisfacer tus propios deseos.
Jamás me quisiste, ni me quisiste querer. Siempre te dije que creía en hechos no en palabras, que la confianza crecería con hechos de tu parte, pero no recibí hechos sólo palabras. No te culpo porque nadie decide a quien querer, pero si te reprocho que hayas querido construir un juego o una aventura conmigo, teniendo muy claro que nunca busqué una aventura que no era eso lo que había esperado por tanto tiempo. ¡Sólo pensaste en ti!
Te quiero porque eres una persona especial, capaz de entregarse en cuerpo y alma a quien realmente quieres, porque te vuelves sincero, apasionado de tus deseos y sentimientos y con excelente personalidad, pero lamentablemente te equivocaste conmigo, más sin embargo gracias por regalarme esta experiencia, fue agradable mientras duró, y también me ha dejado una lección.
Recuerdo que te pedía tiempo, y no era un tiempo de un año, de meses, de días, era un tiempo para ganar seguridad, de ganar confianza, de creer absolutamente en ti; y siempre te pareció absurdo el tiempo y sabes porque creo que fue así porque no me podías brindar todo ello que necesitaba. Si tus intenciones hubiesen sido éstas las cosas hoy en día entre nosotros hubiesen sido distintas.
Sabes en mis sueños nunca te vi junto a mí, en mis sueños nunca vi tu sinceridad e interesa absoluta, cada vez que visualizaba mi destino o mi futuro jamás te vi a ti, era invisible a mis sueños y futuros, te me escondiste en el pasado, en el presente y hasta en mi futuro; un “tú y yo” no tiene cabida en ninguno de los tiempos; lo que no es hoy no será jamás, ese rayito de esperanza que debió haber entre nosotros jamás nació, tú me cerraste las puertas desde un principio y no te culpo, sólo que hoy me pregunto y me preguntaré siempre ¿Por qué sucedió lo poquito o bastante que hubo entre nosotros? ¿Cuál fue su lógica o razón?
Quizás jamás leas estas líneas, jamás te enteres de mis razones e intenciones, pero hoy escribo porque es mi desahogo; muy a pesar de todo te quiero amigo y no te guardo rencor porque sé que fue tu error, quizás en tu desesperación o frustración de amar y que ese amor te fuese complicado desde un principio; deseo que sea feliz, que seas una persona de bien y logres todas tus metas y por consiguiente que alcances tu felicidad absoluta con alguien que te merezca y que valores.
La vida nos juntó por alguna razón, los motivos los desconocemos pero esperemos ya hayamos cumplido con el objetivo de la vida, el presente y sus razones. Aprendimos que tenemos muchísimas cosas en común, como lo entregado a nuestras parejas, la fidelidad que brindamos a las mismas, de sentimientos puros, las románticas y baladas son nuestros géneros favoritos en música, lo mucha que nos tocaba las canciones de Ricardo Arjona…
El ser detallistas y lo mucho que nos gusta dar cariño a nuestros acompañantes, que cuando queremos lo hacemos con el corazón y hasta con el alma, que sufrimos de una frustración en el amor que nos marcó por mucho en la tristeza, que adoramos los regalos de la naturaleza como un día lluvioso y frío, conocí tus sueños, que nos apasionamos por el baile, y que la música es una musa y una luz que nos permite reír, llorar, disfrutar, conocer a profundidad, reflexionar, cantar, relajarnos y desahogarnos, que nos gusta rodearnos de personas inteligentes, que somos de fácil socialización buena tu más que yo, y que nuestra meta es ser grandiosas personas para brindarles lo mejor a los que están a nuestro alrededor.
Me gustó compartir o coincidir contigo en muchos aspectos porque así sentía que alguien comprendía mis emociones. Pero quizás el ser tan compenetrados en diversos aspectos ya era motivo de una relación, y que unirnos en otro sentir era exagerar, lo que permitiría después ser motivo de descenso o disparidad entre nosotros.
Te considero mi amigo y aún quiero seguir creyendo que me quisiste sinceramente como amiga, y ojalá que esta experiencia no haya arruinado nuestra relación de amistad. Fue una experiencia grata, en donde crecieron deseos y florecieron cariños y besos; esperemos que lo hayamos brindado y a su vez recibido con placer y de corazón, por mi parte así fue siempre.
Pues ahora resta seguir adelante y que cada quien alcance su cometido en el ámbito social, personal y sentimental. Tú, ser tú mismo hasta el final, siendo tal cual eres, con esa personalidad casi distinta de la mía que te caracteriza y que te ha permitido ser sociable, y de ganar muchas personas a tu alrededor que te quieren; y bueno yo proseguir mi camino con esta personalidad un poco especial que me caracteriza, para ganar de la vida seguridad y conformidad con lo que hago, he hecho y haré hasta el final de mi camino.
Es así, de esta manera, o forma que me llena y me permite ser totalmente sincera sin que se me escape nada, a través de esta escritura que forma parte de mí yo me desahogado para darte a entender aunque jamás lo leas, lo que sentía mi alma, o reflejarte en letras el cantar de mi sentir.
Hora: 10:30 Pm
Fecha: 04-05-2011
Colaboración de Veddriana Silves
Venezuela