Qué dolor, oh Jesús, la cruz llevaste por mí
no hay palabras para esto describir
amor eterno y sublime jamás podremos pagar
el sacrificio más grande que hiciste por amor puro mostrar.
Tu cuerpo sufriendo por mí, tu alma, oh Jesús, desfallece
no me dejes jamás, mi Dios, merecedora no soy de ti
estoy extasiada de pensar y pensar por qué a mí me escogiste tú
si soy solamente una pobre mujer que no merece tu amor hacia mí.
Te amo Jesús, por siempre jamás nadie podrá opacar tu gran luz
luz que inunda la tierra y lo que jamás existió
luz que nunca se apaga y que por siempre durará
no quiero alejarme de ti, cerca de ti es donde quiero estar
para disfrutar tu compañía, oh Dios, y disfrutar tu dulzura
que no es falaz.